lunes, 30 de julio de 2018

Gente que no se acepta

A nadie nos gusta que nos digan que nuestro trabajo es una mierda, pero a veces es lo que toca cuando decidimos mostrarlo a los demás. Por que no todos tenemos las mismas preferencias, ni por supuesto, la misma forma de expresarlas.

Todo este viene por que desde hace unos meses participio en varios talleres literarios online, en el que tu escribes un relato con una premisa y luego se publica para que el resto de los participantes dejen sus comentarios siempre constructivos y desde el respeto.

No voy a negar que cuando me dicen que les gusta, que es un buen trabajo, que siga así, se me hincha un poquito el ego. Aunque en realidad lo que más me ayuda, es ese "está bien, pero...", ahí es cuando yo la gozo por que puedo ver que es lo que falla o lo que no se entiende. Ver si lo podría cambiar... Y bueno, hay veces que puedes estar de acuerdo y otras que no. Para eso suele existir un feedback. He tenido relatos que no han funcionado, y todos los comentarios negativos que he recibido me han ayudado un montón a ver por qué y a intentar no caer de nuevo en esos errores.

Creo que esto es comprensible, al menos es la forma en la que yo lo veo. Pero por lo visto hay personas que no. Que cualquier intento de corrección o incluso apunte hacia su trabajo se lo toman como una autentica afrenta personal y defienden lo indefendible con uñas y dientes llegando a atacar de forma personal al que le comenta.

Y digo defender lo indefendible por que si tienes diez comentarios y uno no entiende tu texto o no le gusta, pues puedes mirar de mejorar alguna parte, o simplemente dejarlo pasar, ya que no se puede escribir a gusto de todos. Pero si de los diez comentarios, todos te indican las misma confusión o los mismos fallos... Llamarme loca, pero igual el problema es tuyo.

A mi no me gusta comentar por que sí. El "muy bueno, muy bonico" me lo guardo. Y os aseguro que antes de abrir la boca y soltar una critica, me leo y releo el texto, busco conexiones, cosas que igual por la localización no concuerda, miro en internet si hay alguna referencia que no conozco. Y cuando estoy segura un 100% de que no me cuadra, lo expongo. Desde el respeto, dejando claro que es mi opinión como lectora, y siempre de forma agradable y positiva. 

Y ojo no es lo mismo que un texto no me guste, a que no sea bueno o no esté bien escrito.

Yendo al grano. La cosa es que hay personas que entran en estos sitios, alardeando de sus carreras, y toda su cultura general, simplemente para exponer su magistral trabajo, esperando recibir sólo elogios y palmaditas en la espalda. Y cuando resulta que no es así, toda esa exquisitez se va al guano. Pero es que amigos, siento deciros que para escribir no hace falta tener diplomas, ni siquiera ser listo. Para escribir es necesario tener imaginación y perseverancia.

Joder, que ya me hacéis hablar mal y todo. Mi moraleja: ¡aceptaros como sois!

miércoles, 18 de julio de 2018

Si quieres, puedes.

Hoy quería hablar de algo que no sabía, y que me sorprende sobremanera. Es del tema laboral.

Para poneros al día a los que no lo sepáis, (dios que maja soy, hablo como si realmente esto lo leyera alguien), trabajo en una pequeña empresa que vende productos y maquinaria de limpieza. Estoy a cargo de la tienda, pedidos, facturación, atención al cliente, proveedores... bueno es que hago muchas, muchas cosas.

La cosa es que desde hace un par de meses la cantidad de trabajo ha aumentado y nos hemos visto en la tesitura de que necesitamos una persona mas para liberar un poco la carga. No buscábamos nada especial: un mozo de almacén a media jornada que pudiera estar por las mañanas en la nave, recibir y colocar los pedidos y preparar las entregas. Así como ayudar en algún reparto que fuera necesario, y tener algo de manejo de ordenador para mandar e-mails y dar por contabilizados los albaranes. Vamos nada del otro mundo.

Pero por lo visto, lo difícil, no es encontrar a alguien que pueda. Si no que quiera. Tras un par de experiencias fallidas. Hemos ido tirando de conocidos, preguntando, buscando... y ahí hablando con unos y con otros y contando anécdotas, resulta que todo el mundo está igual: ¡No queremos trabajar!

Bueno igual si nos ponen en un despacho a firmar documentos con aire acondicionado y cobrando miles de euracos al mes, pues sí. Pero cuando es para un trabajo físico, en el tendrás un sueldo medio, la cosa ya cambia.

Es super difícil encontrar gente para trabajos de baja cualificación, he escuchado historias de presentarse a una entrevista para una empresa de limpieza, decirle que con el curriculum está contratada y que empieza al dia siguiente, y la chica decir que sólo venía a que le sellara la carta del inaem, ya que no le sale a cuenta trabajar, que entre el paro y las ayudas por los hijos y por ser inmigrante, cobra mas de lo que le van a pagar trabajando. Me parece una verdadera locura.

Nosotros de momento seguimos buscando a esa persona que quiera unirse a nuestra pequeña (y algo loca, por qué no decirlo) familia.


jueves, 12 de julio de 2018

Gente en bici

Esta mañana de camino al trabajo ha sucedido algo que suelo ver muy a menudo, es el tipo de cosas que me cabrean en el momento y luego se me olvidan. Pero esta vez me he dicho:  «¡Qué demonios! voy a contarlo».

Primero de todo quiero decir que no tengo nada contra la gente que va en bici, de hecho yo tengo mi bicicleta y también me ha tocado vivir situaciones insólitas, pero es que a veces la gente no tiene dos dedos de frente. Pero voy al grano que me enrollo.

Una chica iba por la acera andando con su bicicleta con la intención de entrar al carril bici. Hasta aquí todo correcto. Se ha montado y se ha incorporado en un paso de cebra. No pasa nada, el semáforo estaba en rojo tanto para ciclistas como para peatones, por lo que tampoco impedía el paso. El problema es que se la ha sudado totalmente el semáforo y ha seguido tan feliz, con lo que ha faltado un pelo para que la atropellara un coche que justo en ese momento hacía un giro. Ha dado un frenazo y ha esperado a que el coche pasara con cara de pocos amigos. No contenta con ese mal trago, ha decidido seguir con su camino por lo que ha parado a otros dos coches que tenían que hacer el giro, por que, por sus santos ovarios, la chica quería seguir recto. Los vehículos, como es obvio han parado para no atropellarla, pero en ningún momento ni le han pitado ni le han dicho nada. Pero ella, que por lo visto era la reina y señora de la carretera, se ha ido despotricando, que se estaba jugando la vida, que si los ciclistas no tenían derechos, bla, bla...

Ahí me ya me he enervado. A ver, bonita, ¿que derechos ni que niños muertos? Si está rojo, ESTÁ ROJO, y me da igual que vayas andando, en bici o montada en un puto diplodocus. Si vas por la carretera sigue las normas de tráfico. Joder que hablamos de un semáforo, no necesitas ir a la autoescuela. Rojo - parar, Verde - pasar ¿eso dónde lo enseñan? ¿En parvulitos? Ains... es que me pongo mala.

Como moraleja os digo que ya que has metido la pata... no vayas de víctima.


Recursos para inventar historietas

Como ya sabéis me encanta escribir, llevo haciéndolo toda la vida, pero durante los últimos años me lo estoy tomando mas en serio, y lo que ...